Lo que me asombra es no haber abandonado por completo mis esperanzas, que parecen absurdas e irrealizables. Y, sin embargo, me aferro a ellas a pesar de todo y sigo creyendo en la innata bondad del hombre.
domingo
la palabra de Ana Frank ...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo que hay que hacer con la innata bondad del hombre es hacerla nacer de una vez. Un gran beso.
ResponderEliminar